Cada vez vemos a nuestros peques más desmotivados con el cole, las asignaturas, los profesores, el temario…., todo esto nos tiene que dar una señal de alerta, en algo estamos fallando. Un aspecto que está influyendo es dicha desmotivación son las jornadas de estudio interminables, pasan de nueve de mañana a cinco de la tarde en el colegio, salen y vuelta a empezar. Ahora toca clase de inglés, dibujo, informática …, llegamos a casa y hay hacer los deberes y estudiar. ¿Creemos que las ocho de la noche nuestros hijos pueden atender a esta demanda?.
Olvidamos que los niños tienen que ser niños, y aprender en el cole, pero también en su día a día, jugando experimentando etc. ¿Como pretendemos que nuestros hijos sean hábiles socialmente si pasan el día entre libros? Organizarse con los papás, la lucha para que se vuelvan a sentar y concentrar. ¿En qué momentos juegan, ven dibujos, realizan actividades lúdicas, etc? no queda tiempo para eso. Y cuando llega el fin de semana comenzamos de nuevo, terminar todo aquello que no dio tiempo entre semana, pasamos fin de semana luchado por hacer deberes y disfrutar del resto del fin de semana. Al final tenemos que organizar nuestras salidas y momentos de ocio junto con la agenda escolar, y los momentos de disfrute aparece continuamente la siguiente frase: ”rápido, rápido que tenernos que terminar los deberes”.
Realmente si paráramos a pensar un solo segundo, nos daríamos cuenta que las jornadas escolares que tienen nuestros hijos en la actualidad no tienen en absoluto beneficios, sino todo lo contrario. Cada vez encontramos a niños con dificultades para concentrarse en clases, desmotivado, cansado y con dificultades a la hora de relacionarse con los amigos.
Hay vida después del cole, hay cosas que aprender, hay tardes de relax, porque además de ser una necesidad, no nos olvidemos que son niños, y solo ahora es la época de APRENDER JUGANDO, y para eso tienen que tener TIEMPO.