Ante la necesidad reciente de tener que quedarnos en casa, hemos tenido conversaciones con nuestras personas más cercanas, sobre lo difícil que está siendo para muchas familias esta situación, como puede repercutir en los niños, en la convivencia, en la economía… Pero poco se habla de nuestros adolescentes, a quienes, sin duda alguna, también les está afectando.

Este deber de quedarnos en casa supone para un adolescente, limitar su necesidad de independencia y también de autonomía. Para ellos, tanto como para los adultos, es importante poder ver a su pareja o a su grupo de amigos, que en esta etapa evolutiva, donde más importancia adquieren los iguales para poder diferenciarse de los padres, con quienes en este momento, tienen que pasar sin más remedio las 24 horas del día.

Es en estos días, cuando ellos también buscan su fuente de alivio del estrés, muchas veces, a través de la única forma que tienen en este momento, a las nuevas tecnologías, llegando a hacer un uso excesivo que puede acabar siendo un factor de riesgo si no hay un control del tiempo ni de la actividad en sí.

Por esto, hemos pensado en ofrecer unas pequeñas cápsulas informativas que os puedan ayudar a gestionar este tiempo, pero sobre todo ofrecer la posibilidad de abrir una puerta para hablar de las preocupaciones del día a día donde compartir pequeños espacios de tiempo que hagan que éstos días puedan ser no solamente más llevaderos, sino que además, nos puedan ayudar a crecer en familia de una manera más saludable, dentro de las dificultades en las que inevitablemente nos encontramos.

Creemos que fijar un horario es importante para poder establecer hábitos y actividades diarias, principalmente, en los días que son laborables. Para ello, es importante que el móvil no esté presente durante ese tiempo, salvo que sea necesario, por ejemplo, a la hora de realizar las tareas escolares.

Después, la hora de comer, puede ser un tiempo de encuentro durante el día para compartir a nivel familiar, donde es conveniente que vuestros hijos/as puedan estar presentes, por ejemplo, a hora de  preparar ese momento, como un momento especial y esto puede hacer que sea mucho más agradable para todos, dejando la tarde para la des-conexión, con el fin de salir de la sensación de aislamiento que el joven pueda sentir, permitiendo que sea el tiempo de interacción con los compañeros de clase y los amigos.

La tarde puede ser el momento óptimo para hacer ejercicio juntos. Este tiempo, también será un tiempo de calidad que vuestros hijos van a recordar con cariño en el futuro. Si lo necesitáis, podéis encontrar aplicaciones y cientos de videos en directo a través de youtube.

Por otro lado, mantener el tiempo de descanso es fundamental, con el fin de poder favorecer esa rutina y, consideramos que la noche puede ser el momento ideal para realizar actividades que inciten a la relajación, como puede ser leer un libro o ver una serie o una peli juntos.

Este también puede ser una oportunidad para poder hablar de sus preocupaciones e interaccionar con ellos, pues no debemos olvidar, que esta situación también es difícil para ellos.

Nuestro acompañamiento como padres y madres, así como ofrecerles nuestro apoyo y comprensión de sus emociones, son lo que realmente les van a dar la seguridad que necesitan y, esta puede ser una etapa clave para favorecer el vínculo con la familia, pues para ellos, lo más importante, es saber que hay un adulto que los acompaña, los guía, los comprende, los cuida, los protege y los  quiere.