El semáforo emocional es una herramienta para niños entre 4-10 años, en esta etapa los niños ya identifican las emociones básicas, pero tienen dificultad para regularlas, es decir dar respuesta proporcional a la situación que han vivido. Por ejemplo, les pido que dejen de ver los dibujos y se preparen para salir a comprar, y comienzan a llorar y gritar. El semáforo de las emociones nos puede ayudar a enseñar a graduar su emoción de una manera divertida y muy visual. Podemos comenzar a realizar juntos nuestro propio semáforo, como una manualidad. Asignaremos cada color a una emoción:
- Rojo : el miedo
- Amarillo : la ira, la rabia o frustración
- Verde : La tristeza o la pena
Es interesante que cuando hablemos sobre las emociones y lo asociemos a los colores, podamos leer algún cuento o libro donde se definan dichas emociones. Para los más pequeños la colección de “Cuando estoy...” y para los mayores “El laberinto del alma”. A la vez que vamos leyendo las emociones en los libros, podemos ir poniendo ejemplos vividos que nos han despertado dicha emoción, tanto a los papas como a los peques.
Al lado de cada color pondremos la emoción, acompañado de un dibujo o imagen que represente la emoción.
Cuando el niño ya tiene identificado el color con la emoción, comenzamos a trabajar sobre la respuesta a esa emoción:
- Rojo : el miedo. Cuando ante un peligro siento miedo, lo primero que tengo que decir es “no”, si no consigo que el peligro de elimina, grito pidiendo ayuda, y siempre le cuento a mis padres lo ocurrido, para que me puedan ayudar.
- Amarillo : la ira, la rabia o frustración. Nos hará sentirnos mejor reducir la intensidad de esta emoción, para ello podemos coger mucho aire por la nariz y tirarlo despacito por la boca. También podemos crear nuestro rincón del relax en casa, teniendo en dicho rincón cosas que me hagan sentir mejor, como unos colores y dibujos, mi peluche preferido o botellas sensoriales.
- Verde : La tristeza o la pena. Nos hará sentirnos mejor pedir mimos a la gente que quiero, papas, profes y/o compañeros.
A partir de tener nuestro semáforo de las emociones en casa, ya podemos utilizarlo todos los miembros de la familia, lo que hará más fácil a nuestros peques puedan interiorizarlo y utilizarlo adecuadamente para cada una de las emociones. A continuación os dejo la foto de nuestro semáforo de las emociones: