A pesar de los avances y desarrollo tecnológico de nuestra sociedad en los últimos años, en la actualidad, los centros escolares siguen siendo testigos de injusticias sociales en el ámbito educativo, donde tras la inquietud a la hora de resolver algunas situaciones de conflicto, a menudo se presiente que algunas de ellas se les escapan de las manos.
No se trata de huir de los conflictos ni de eliminarlos, sino de buscar vías constructivas a la hora de afrontarlos y, en este sentido, la mediación es una herramienta clave para abordar este tipo de situaciones, como elemento generador de procesos de crecimiento personal y construcción social.
Se trata de un innegable componente pedagógico en tanto que el contexto educativo abre un espacio de creación conjunta de experiencias personales, trabajando desde la base del diálogo y la convivencia, con el convencimiento de la transformación del propio entorno social y desde un contexto acogedor que posibilite el crecimiento personal integral.
Por tanto, las herramientas que proporciona la mediación escolar, contribuyen a fijar la capacidad básica para la convivencia pacífica dentro y fuera del centro, en un entorno donde la diversidad se acepta y se recrea, donde también se requiere madurez a la hora de adquirir el compromiso y la responsabilidad de aceptar el liderazgo del propio proyecto personal.
En definitiva, saber cómo afrontar un conflicto entre alumnos, con las familias o incluso entre compañeros de trabajo, es uno de los beneficios más claros que puede proporcionar la mediación a los profesionales de la enseñanza, abriendo una vía pedagógica para afrontarlos positivamente.
Trabajadora Social
Intervención y Mediación Familiar