Actualmente y desde hace ya varios años, las redes sociales están teniendo un peso de gran importancia en la vida de niños/as y adolescentes, con un uso en muchas ocasiones abusivo y de inicio cada vez más temprano.
En España, aunque la edad mínima para crear un perfil social, según la plataforma, se encuentra en torno a los 13-14 años, ya desde los 10-12 años, una mayoría de niños/as tienen su primer móvil y se exponen al contenido social de la red.
Es cierto que las redes sociales son una herramienta muy poderosa que nos proporciona una comunicación de manera fácil con personas de todo el mundo e incluso nos puede ayudar a la hora de relacionarnos, tanto a adultos como niños/as y adolescentes. No obstante, por otro lado, esta herramienta puede ser una arma de doble filo si no es bien utilizada, puesto que está generando que cada vez más niños/as, preadolescentes y jóvenes la utilicen de una manera abusiva, dedicando un número de horas excesivo al día, viendo contenido online o generándolo a través de vídeos, fotos, etc., a través del cual buscan una aprobación social inmediata que se puede volver dañina.
Varios estudios indican la influencia que las redes sociales pueden llegar a tener sobre la autoestima de las personas. Cuando utilizamos las redes sociales tendemos a seguir y visualizar perfiles de “influencers” que patrocinan marcas, revistas, estilos de vida, que con intención de vender algún tipo de producto pueden influir en la percepción de la realidad distorsionándola, con estándares poco realistas y propósitos de vida difíciles de alcanzar.
En España, según un estudio publicado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD, 1 de cada 3 jóvenes quiere ser “influencer"; de modo, que lo que parece que comienza como un hobby o pasa tiempo, está a día de hoy influyendo en lo que muchos jóvenes ven como una forma de vida.
El uso de las redes sociales, por tanto, con un aumento en las horas de exposición a visualizarlas así como de imitación para generar contenido, cada vez más utilizada entre los niños/as y adolescentes, puede suponer un factor de riesgo si no se lleva a cabo de una manera adecuada y con una supervisión del adulto, puesto que tienden a aumentar la exigencias que tienen de sí mismos y autopercepción, a través de una dañina comparación con los demás, con estilos de vida sin imperfecciones y perfiles que están lejos de la realidad.
Todo ello, sumado a la búsqueda de una mayor aprobación social inmediata medida a través de “likes”, puede contribuir a que muchos de nuestros niños/as desarrollen de manera temprana problemas emocionales y baja autoestima, al tener una percepción de la realidad confusa e idealizada. Somos seres sociales y necesitamos sentir que pertenecemos a un grupo y encajamos en la sociedad y a través de las redes sociales, esta práctica puede resultar más sencilla al existir una barrera que es la pantalla y llegar a más gente. En el mejor de los casos, a través de la creación de contenido se obtiene una gratificación inmediata con un “like”, comentarios de aprobación o aumento en el número de seguidores de personas que en muchos casos no forman parte del día a día; lo cual también puede contribuir a generar sentimientos de ansiedad y/o depresión por miedo a no alcanzarlo. Así mismo, también existe una mayor exposición a recibir entre otras, críticas y comentarios humillantes de desaprobación y sufrir conductas ciberbullying.
Por tanto y dado que cada vez con mayor antelación los niños/as están expuestos al uso de redes y contenido online, es importante que, como padres, madres y referentes, enseñemos a hacer un buen uso de ellas como prevención de riesgos emocionales asociados y/o de su incremento.
Algunos TIPS a tener en cuenta:
- Establece un horario de uso, un tiempo acordado y supervisión de las redes sociales que se van a utilizar. Pues, los niños/as se exponen a multitud de contenido inapropiado y no acorde para su edad.
- Indícales que no se acepten solicitudes de personas desconocidas y la necesidad de avisar si reciben mensajes extraños o de dudosa fiabilidad, ya sean en positivo o no; pues deben tener presente que hay personas que podrían crear perfiles falsos.
- Aconséjales seguir contenido que promueva el autoconocimiento y que aporte aprendizaje.
- Supervisa las conductas de imitación que puedan aparecer y dar explicaciones coherentes para no confundir el uso de de redes sociales con un estilo de vida.
- Fomenta otras actividades sociales cara a cara recordando que las redes son un medio de comunicación e interacción únicamente.
- Da instrucciones de manera adecuada de aquello que se puede y lo que no es apropiado compartir: tipos de fotos, información y datos que no se han de proporcionar para proteger la privacidad personal.
- Interésate por sus propios intereses y ofrece confianza a la hora de que puedan compartir dicha información con vosotros, pues de esta manera será más fácil cuidarlos y que los jóvenes hagan un uso más saludable y realista.
- Tomar conciencia de la importancia de seguir unas normas y aceptar los límites, puesto que un uso en exceso influye en el sueño, problemas emocionales y otros cognitivos como en la atención y concentración.
- Ayuda a generarles sus propios objetivos, alcanzar metas realistas y a apreciar su vida lejos de necesitar una constante aprobación externa.
- Escucharlo, compréndelos y da las pautas con firmeza y cariño teniendo en cuenta lo que es apropiado y coherente en cada etapa de desarrollo de tu hijo/a.