- Echarse la culpa uno al otro en cada frase.
- No respetar los tiempos a la hora de hablar.
- Preocuparse más por hablar que por escuchar.
- Esperar a que el terapeuta se posicione hacia una postura u otra, “¿tengo razón verdad?”
- Pedir que el terapeuta diga lo que haría al respecto, “¿tú qué harías en este caso?”
Este escenario se repite muy a menudo en las sesiones de terapia de pareja y es un reflejo de los problemas de comunicación que se arrastran, suelo insistir, en que para poder encontrar una solución a los problemas que planteáis, primero, tenemos que aprender a comunicarnos bien, porque en el caso de no hacerlo es muy probable que se termine en una pelea.
Las peleas son conflictos que se nos van de las manos. Los conflictos, sin embargo, son oportunidades para comunicar, expresar nuestras opiniones, escuchar la de nuestra pareja y llegar a acuerdos. Así que no es malo entrar en conflicto con algo o alguien, lo malo es no saber gestionarlo.
Si no hay comunicación, por mucho amor que os tengáis, no sabréis qué pasa por la cabeza del otro. La comunicación es un factor fundamental de la relación de pareja, comunicar pensamientos, sentimientos y necesidades es primordial para que la otra persona pueda actuar en consecuencia.
Diferentes aspectos conforman la terapia de pareja, pero el que sienta las bases para poder continuar con el resto, es cómo nos comunicamos, por ello me voy a centrar exclusivamente en este, para que por lo menos al leer estas líneas nos sirva de reflexión.
Cómo recibimos los sentimientos negativos del otro influye en el desarrollo del diálogo posterior.
A continuación detallo algunos puntos que os ayudaran a la expresión y recepción de sentimientos de una manera más sana:
- Escuchar en silencio y con contacto visual.
- Aceptación no verbal de la expresión del sentimiento, aunque no necesariamente de las razones o motivos que lo han promovido.
- Parafrasear, es decir, repetir parte o todo el mensaje, que ayuda a que el emisor sienta que es atendido y entendido.
- No racionalizar lo que nos es comunicado.
- Controlar el sentimiento de inculpación, evitando confundir la crítica del hecho con la crítica de la persona.
- Expresar las emociones que hemos sentido al recibir la información del interlocutor, de forma adecuada.
Como todas las habilidades, la de la comunicación no es algo que aparezca necesariamente de forma espontánea, habrá que desarrollar los recursos necesarios para que sea efectiva, por ejemplo, desaprender la manera cómo se aprendió a resolver los conflictos en el pasado y aprender a negociar, a comunicar mejor los sentimientos y necesidades.
¿Qué podemos hacer ante un conflicto?
- Reconoce lo que deseas, toma tiempo para definirlo.
- Dale validez a lo que piensas (Lo que piensas, deseas y necesitas es importante) .
- Ten valor y comunica lo que tú piensas, lo que tú sientes y lo que necesitas.
- Habla en forma personal, no le digas al otro lo que debe hacer, no lo critiques, solo habla de ti (primera persona).
- Esfuérzate por tomar una actitud positiva y firme, ten confianza.
- No enfrentes al conflicto con una actitud de lucha, sino más bien con una actitud de solidaridad, comprensión, y manejo de las emociones para lograr acuerdos y soluciones.
- Cuida el tono, las palabras y la forma como dices las cosas. La mayoría de las veces lo que molesta no es lo que dice el otro, sino la manera cómo lo dice. Las palabras pueden convertirse en un vehículo de conciliación, pero, también pueden ofender, herir y hacer sentir mal.
No se pueden evitar las diferencias, pero sí es posible aprender a manejarlas de una manera equilibrada, constructiva y abierta, donde no hay que lastimar o doblegar a nadie.
Dependiendo de cómo se afronten estas crisis, la pareja logrará construir una relación sana o no.
Las personas cambiamos y las relaciones evolucionan, comunicar esos cambios es importante para poder colocarnos de nuevo en la relación.
La falta de comunicación o una comunicación inadecuada, por el contrario, facilitará los malentendidos y llevara a situaciones en dónde no poder adoptar el punto de vista del otro, equívocos con respecto a las emociones trasmitidas, interpretaciones erróneas de diversas conductas... todos estos aspectos facilitarán la insatisfacción con la relación y el bloqueo en ésta.
Una comunicación inadecuada reduce en mucho el valor de la pareja, pues no ayuda a disfrutar de los momentos buenos, e incluso puede implicar castigos importantes (críticas, desconsideraciones, agresiones verbales, desprecios), y dificulta solucionar los momentos complicados, además, de fomentar la sensación de aislamiento. Por eso es lógico que cuando hay dificultades en la comunicación la relación de pareja se deteriore.
Aprende a comunicarte bien.
Psicóloga y sexóloga