Resulta curioso que la mayoría de nosotros dediquemos un tiempo a revisar nuestra casa, cada temporada hacemos limpieza general, ordenamos, nos deshacemos de lo que ya no sirve y hacemos hueco para incorporar lo nuevo, de la misma manera cuidamos el coche, especialmente si pensamos hacer un viaje largo con él; lo llevamos al mecánico, cambiamos filtros, revisamos la presión de los neumáticos; y sin embargo ¿ cuánto tiempo dedicamos a revisar nuestras relaciones personales?