El suicidio es una tragedia que afecta a millones de personas y familias en todo el mundo. Cada año, más de 700,000 personas pierden la vida por suicidio, y muchas más intentan hacerlo. Estas cifras alarmantes subrayan la urgencia de la prevención del suicidio, que no solo implica salvar vidas, sino también aliviar el dolor de aquellos que sufren en silencio. Afortunadamente, la prevención del suicidio es posible, y hay una serie de estrategias y medidas que pueden marcar una diferencia significativa.