La taquilalia es una alteración del ritmo del habla que se caracteriza por una manera de hablar excesivamente rápida. Esto trae consigo que se omitan sonidos y sílabas de las palabras junto con una falta de coordinación respiratoria. Debido a esa rapidez en la emisión, el lenguaje se vuelve incomprensible.
Lo que observamos en nuestros hijos es un habla rápida, acelerada, sin vocalizaciones, que acorta las palabras. Incluso comentamos que tiene una manera de hablar similar a algún familiar. Suele observarse, muy a menudo, el mismo patrón o manera de hablar en el contexto familiar.
Muchos de los niños no son conscientes de esta manera de hablar tan rápida y atropellada y, por lo general, no muestran ansiedad a la hora de comunicarse, incluso se aceleran cuando están con la familia y amigos. Sin embargo, otros niños son conscientes de que su manera de hablar dificulta la comunicación con los demás y tienden a evitar determinadas situaciones de interacción social porque se ponen muy nerviosos y hablan más rápido.
La intervención logopédica se basa en concienciar sobre la velocidad y poca claridad del habla y favorecer un autocontrol con ayuda de ejercicios que potencien un ritmo fluido y una buena articulación de las palabras.
Ello va a permitir que el niño aprenda un nuevo patrón o manera de hablar fluido, con ritmo y buena articulación de su lenguaje. Se sentirá más seguro a la hora de comunicarse y sus relaciones sociales con los compañeros mejorarán ya que logrará un discurso más comprensible.
En el caso de que aparezcan asociados factores emocionales (ansiedad y tendencia a evitar las interacciones sociales) es fundamental acompañar la reeducación logopédica con la intervención psicológica que le ayudará a controlar y superar sus emociones y aprenderá habilidades para comunicarse de manera más cómoda y segura.