El modelo Barnahus

El modelo Barnahus

Barnahus es un término islandés que se traduce como “casa de los niños”. Consiste en un nuevo modelo de protección para menores que están incursos en un procedimiento judicial como víctimas de violencia (generalmente malos tratos o abusos sexuales).

Hasta la fecha, pocas mejoras presenta el sistema judicial para proteger el bienestar e interés del menor en estos casos. Éstos, una vez puesto en conocimiento de las autoridades de la posibilidad de haber sufrido un hecho violento, deben someterse a un largo recorrido consistente en declaraciones policiales, exploraciones físicas en urgencias o centros de salud, visita al médico forense; y posteriormente evaluaciones psicológicas de credibilidad de su testimonio o valoración de posibles secuelas psicológicas. Por si fuera poco, dependiendo de la edad del o la menor, deben someterse a un interrogatorio el día del juicio donde deberán revivir y contar de nuevo lo ocurrido frente a personas vestidas con “túnicas negras” en un entorno desconocido y poco agradable para ellos y ellas.

No obstante, desde hace unos años, el interrogatorio en el juicio se ha eliminado en un 30% en caso de menores gracias a la incorporación de la entrevista a través de la llamada prueba preconstituida, donde desde una sala amable para el menor, un profesional de la psicología forense realiza la entrevista con las preguntas de abogados, jueces y fiscales. Pero, ¿qué pasa con la victimización secundaria confeccionada por todo el recorrido previo?

La ONG Intenacional Save the Children está actualmente investigando y trabajando para poner en marcha en nuestro país el modelo de atención integral Barnahus. Este nuevo recurso contará con la agrupación en un mismo espacio de todo profesional interviniente en casos de violencia contra la infancia; es decir, profesionales de la sanidad, psicología, servicios sociales, trabajo social, educadores, policías y personal judicial que deberán coordinarse en sus actuaciones.

El objetivo principal de la casa es prevenir la victimización secundaria generada en el recorrido judicial en niños y niñas víctimas, alejándolos de los (gélidos) juzgados. Por ello, éste modelo de casa supone:

  • Dotar de un entorno amigable y cuidadoso con las necesidades de los menores, donde se realiza toda la actuación que el procedimiento judicial requiere, pero velando por encima de todo por el bienestar del menor.
  • Dar la posibilidad de llevar a cabo una intervención o atención médica y psicológica posterior para el menor y su familia si se requiere.

“El modelo Barnahus tiene en cuenta todo el proceso, desde la detección de la violencia hasta la recuperación, y lo hace a través de los ojos de los niños”. The PROMISE Project.

La Comunitat Valenciana firmó un acuerdo político en 2019 centrado en la creación de un servicio universal de prevención y atención a violencia hacia la infancia desde una óptica integral con la colaboración de todas las administraciones intervinientes, siguiendo el modelo Barnahus.

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