Mi nombre es Carlos, tengo 8 años, soy un alumno brillante, mis notas son muy buenas sobretodo en naturales y matemáticas, no lo son tanto en educación física. Tengo una memoria excepcional, me acuerdo de detalles de algunos de mis viajes familiares o excursiones con el colegio que mis compañeros y familia no recuerdan. Me encantan los animales, se me nombres científico, hábitat, alimentación de animales que los niños de mi edad no saben ni que existen. Pero en cambio me cuesta mucho hacer amigos, en el patio paso mucho tiempo solo, no entiendo las reglas del juego y los demás piensan que estoy haciendo trampas.
El miércoles pasado en la puerta del comedor un niño se sentó en el suelo y dijo que se estaba muriendo de hambre, todos se reían, yo fui a buscar rápidamente a uno de los monitores ya que ese niño estaba en grave peligro. No me suelen invitar a cumpleaños y cuando voy me pongo un poco nervioso, todo es nuevo para mí, hay mucho ruido, me suelo sentir desconcertado, si los papas me dejan elegir, suele preferir quedarme en casa, allí suelo estar más tranquilo.
Carlos tiene Síndrome de Asperger, es un trastorno del desarrollo. Este síndrome conlleva una alteración de las siguientes áreas:
- Lenguaje y comunicación
- Interacción social
- Falta de flexibilidad tanto a nivel cognitiva como conductual
Un diagnóstico precoz es importante para mejorar la integración social y así evitar el aislamiento del niño. A la vez los padres aprenden a comunicarse de una manera adecuada, comprender determinadas conductas de su hijo, expresar sus emociones para que su hijo pueda entenderlas e identificar las emociones del niño a través de los gestos o conductas con las que él las expresa. El plan de tratamiento de un niño con síndrome de asperger incluye tanto a los padres, educadores, niño y al psicólogo, solo así es posible obtener resultados óptimos.