Las habilidades sociales son las herramientas que tenemos las personas para relacionarnos con los demás. Estas habilidades están formadas por un abanico de creencias, sentimientos y valores que hemos ido aprendiendo a través de nuestra experiencia.
Tener unas buenas habilidades sociales es algo imprescindible para los niños, ya que esto les va a permitir tener una vida social sana, ayudándoles a desenvolverse adecuadamente en su entorno. Los niños con pocas habilidades sociales suelen tener dificultades para relacionarse con niños de su edad, con adultos, les cuestan expresar sus opiniones y defenderlas ante su grupo de iguales, tienen baja autoestima y muestran malestar emocional.
Dichas estrategias ayudan al niño a incluirse en un grupo nuevo, en un juego ya iniciado, recibir y hacer críticas, saber decir que no, aprender a perder en los juegos y tolerar la frustración que esto supone, saber ponerme en el lugar de los padres, profesores o amigos, etc.