Las amistades sanas constituyen un vínculo formado por un sentido profundo del compromiso y la intimidad, en el cual dos seres humanos expresan su individualidad y espacio afectivo en el que la confluencia de dos personas da lugar a algo más que una simple suma, pues aporta como resultado la oportunidad para el desarrollo de los aspectos emocionales esenciales como seres gregarios que somos.
Por tanto, una relación sana de amistad es aquella que propicia oportunidades para la comunicación, que comparte tiempo, que se cimienta sobre las expectativas realistas, que facilita espacios para la resolución de conflictos y que respeta la individualidad.
Como en todos los veranos, los anuncios de televisión se llenan de inolvidables puestas de sol en los que hay fiestas y amigos, parejas con hijos o adolescentes que se divierten en una playa o un lago. Algo que tienen en común la época estival y la navideña es que son los dos momentos del año en que nos encontramos con seres queridos y pasamos más tiempo con ellos. Al final, la diversión siempre va anidada a la sociabilidad.
Cuando hablamos de la amistad en épocas de período vacacional nos viene a la mente infinidad de planes, quedadas, viajes y una rica vida social pero no siempre todo el mundo cuenta con una apretada agenda, y en ocasiones puede volverse difícil de gestionar a nivel emocional. Al igual que la gente que cuenta con planeas variados y numerosos, no sabe cómo hacerlos frente.
Aquí os vamos a dar unos consejos para gestionar los vínculos de amistad tanto si careces de ellos como si abundan los planes en tu agenda.
Las amistades, al igual que las relaciones de pareja, es un vínculo que requiere tiempo y dedicación, conversaciones y tiempo de calidad, podríamos decir que hay muchos tipos de amistades, amistades más profundas y amistades más superficiales. Hay sociólogos que prefieren hablar de “relaciones de verano” y que consideran que las personas que se conocen en este tiempo son en realidad “falsos amigos” es conocido el pasar el verano en un sitio de cuando eras pequeño/a y solo veas a unas determinadas personas en un tiempo concreto, pero también hay amistades que van surgiendo y que se van forjando con el tiempo y que tienen un objetivo en común, que es hacer planes juntos. Algunas investigaciones sugieren que las horas que pasamos en verano en compañía de amigos aumenta la calidad del vínculo de amistad.
Si eres de esas personas que viaja en período vacacional y deja atrás a sus amistades en los lugares de origen o bien que no sabe cómo gestionar su agenda de ocio te viene bien saber:
- Está genial desconectar de las redes y enfocarse en uno mismo, pero intenta mantener vínculos importantes para ti de vez en cuando: intenta enviar algún mensaje a amigos que ya no vemos tanto, preguntar cómo se encuentran o realizar alguna videollamada. Concretar planes para la vuelta a la rutina y mantener ese vínculo de amistad a largo plazo.
- Si necesitas desconectar, intenta mantener informado a tu círculo que van a haber meses de desconexión y que vas a estar más ausente de usar el teléfono móvil. Intenta retomar los planes con esas personas allegadas a la vuelta de las vacaciones.
- Equilibra tu agenda de actividades, pero también tiempo contigo mismo. Está genial organizar quedadas y hacer muchos planes, pero también está bien parar y hacer todo lo contrario. Las redes sociales están inundadas de actividades envidiables y mucho tiempo de ocio y diversión, pero el poder simplemente no hacer nada es una opción válida y apta para desconectar de la rutina del resto del año.
- Intenta escuchar a tu cuerpo y evita quedadas obligatorias y compromisos que no te apetecen: si esa noche no quieres salir de fiesta y te apetece simplemente un plan tranquilo de pasear por la playa es totalmente válido. Busca el equilibro entre realizar planes más tranquilos y planes con gente más activa para ese tipo de actividades. Si tienes un grupo de amistades, seguro que hay algún tipo de personalidad que se adapta a planes que te sientas más cómodo, pero luego otro tipo de relaciones que te hagan salir de tu zona de confort. Hay espacio para todo, pero siempre escuchando la voz interior que te dice lo que realmente es mejor para ti en ese momento.
- Intenta estar abierto a conocer gente nueva: el verano es un momento del año donde tenemos más tiempo y disponibilidad para apuntarnos a actividades o planes que dejamos más apartadas durante el año, si surge el conocer gente nueva es una buena oportunidad para crear nuevas amistades y nuevos vínculos que puedan enriquecer nuestro tiempo de ocio. Es habitual el sentir vergüenza o retraimiento si nos invitan a un plan donde no conocemos a la gente y tal vez acabemos pasándolo genial, intenta controlar las creencias limitantes de anticipar una situación de vergüenza o de no saber cómo va a ir.
- Fomenta el diálogo y las conversaciones incómodas: es habitual en verano pasar más tiempo con nuestros familiares, pareja o familia política y que surjan discusiones fortuitas o que nos generen malestar. Es importante que haya comunicación para gestionar aquello que ha ocurrido, pero antes analizar cómo me he sentido, cómo se lo puedo trasmitir y como añadirle una posible solución para que la situación se solucione de la mejor manera posible. Las discusiones son normales y sanas si sabes cómo gestionarlas
Por el contrario, a lo comentado anteriormente, hay gente que en verano puede sentir un sentimiento de soledad arraigado ya que no cuenta con las amistades para compartir la época estival, por tanto ¿qué hacer en caso de sentirnos solos durante esta época del año? La época estival es uno de esos momentos del año en los que más se ensalza el hecho de pertenecer a un grupo social fuerte, por tanto, ¿qué hacer cuando el sentimiento de soledad se acentúa en estas fechas? Para empezar, hay que evitar no fiarse de los contenidos que se publican en redes como Instagram, pues corresponden a momentos muy pequeños y selectivos de la vida de una persona.
Hay diferentes momentos de soledad y no tiene porqué significar siempre una connotación negativa, en ocasiones necesitamos estar solos con nosotros mismos y esto es algo positivo. Se puede estar solo físicamente y sentirse solo emocionalmente. Sin embargo, el hecho de vernos en la situación de reducir la interacción con otros por motivos vacacionales y echar de menos los ratos que pasábamos con nuestros amigos, especialmente en verano puede hacer intensificar el sentimiento de soledad.
No deberíamos gastar mucha energía en pensar en todo lo que no puedo hacer o con quien no puedo estar, si no en cómo podemos estar más a gusto en esa situación. Con las redes sociales podemos llegar a pensar que nuestra vida no es tan emocionante como la del resto y entonces caer en las frustraciones que da pie a baja autoestima o sensación de vacío. Para empezar, no hay que fiarse de los contenidos que se publican en plataformas sociales, sobre todo en Instagram que tiene un contenido muy visual. En esos casos de momentos de soledad es recomendable:
- Intenta hacer planes sólo/a: es una buena oportunidad para conocernos más y poder saber qué es lo que nos gusta. Ahora mismo hay muchas aplicaciones para conocer gente. También es buen momento para practicar el conocer gente, gestionar la vergüenza y salir de nuestra zona de confort.
- Llama a gente de tu entorno que, aunque no esté cerca te da una sensación de pertenencia y cohesión. Expresa como te sientes a alguien con la que ya tengas confianza.
- Piensa que ese período es transitorio y ese período acabará. En períodos de soledad es cuando llegamos a conocernos más que cuando estamos acompañados.
- Enfócate en lo que sí tienes: enfócate en descansar y recargar pilas para la vuelta a la rutina.
A fin de cuentas, podemos disfrutar de la soledad en verano si sabemos cómo. Si estás pensando en pasar la temporada estival más solo que de costumbre, tienes que valorar que tienes mucha más libertad para hacer cosas y tiempo para pensar en lo que quieres o buscas en el futuro. Nadie es una isla en mitad del océano, por lo que puedes conocer gente nueva o volver a la compañía de la que disfrutamos el resto del año.