El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por preocupación crónica y persistente. Esta preocupación es excesiva y difícil de controlar, multifocal (por ej., en relación con las finanzas, la familia, la salud y el futuro) y típicamente se acompaña de otros síntomas psicológicos y físicos inespecíficos.

Las características esenciales del TAG son:

• Ansiedad y preocupación sostenida y excesivas (de diversos temas sin vinculación entre ellos)
• Síntomas de tensión o inquietud motora en forma de temblores, nerviosismo y cefaleas
• Se acompaña de síntomas somáticos (típicamente diarrea)
• No se objetiva patologías orgánicas que justifiquen los síntomas físicos
• Los síntomas físicos suelen ser la principal queja (motivo de consulta)
• La clínica interfiere en el funcionamiento del individuo
• Esto ocurre la mayoría de los días durante al menos 6 meses
• En los niños, el TAG suele manifestarse como dolor abdominal recurrente y otros síntomas somáticos que pueden causar ausencia escolar

Es una enfermedad frecuente con una prevalencia estimada en la población general entre el 3-8%; la prevalencia es aproximadamente 2 veces mayor en las mujeres que en los hombres.

La edad de inicio es muy variable, algunos casos comienzan en la infancia, pero la mayoría lo hace en la edad adulta temprana entre los 25-35 años.

Y, ¿cuál es la causa?

Se desconoce la causa del TAG, probablemente existan factores biológicos (alteración del sistema serotoninérgico, hiperactivación del sistema límbico), genéticos (familiares con trastornos de ansiedad) y psicológicos (intolerancia a la incertidumbre) que actúen de forma conjunta

¿Con qué enfermedades hay que diferenciarla y con cuáles suele coexistir?

El diagnóstico diferencial del TAG es amplio, cabrá considerar enfermedades orgánicas que puedan justificar los síntomas presentados por el paciente: neurológicas, endocrinológicas y metabólicas fundamentalmente.

También cabe distinguirlo de otros trastornos de ansiedad a menudo coexistentes, como el trastorno de pánico, las fobias, el TOC y el TEPT.

El TAG se ha asociado estrechamente con el Trastorno depresivo mayor y con el Trastorno por abuso de sustancias. Aproximadamente un tercio de los pacientes con TAG se automedican con alcohol y fármacos para calmar la ansiedad. Además, el TAG se ha asociado con enfermedades físicas tales como dolor crónico, asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedad inflamatoria intestinal.

¿Cómo se trata?

EL tratamiento más efectivo del Trastorno de ansiedad generalizada debe combinar tratamiento psicológico junto con un tratamiento farmacológico individualizado prescrito por un psiquiatra.

Los fármacos principales para el TAG son las benzodiazepinas, sobre todo durante las primeras semanas y los antidepresivos tipo ISRS principalmente, también venlafaxina y duloxetina pueden ser útiles. El tratamiento antidepresivo deberá de utilizarse durante un periodo de 6-12 meses, aunque hay evidencias que debido a que se trata de una enfermedad crónica con tendencias a las recaídas, muchos pacientes precisarán tratamiento a largo plazo, quizá de por vida, de ahí la importancia de un tratamiento psicoterapéutico como una forma de evitar las recaídas.