Los trastornos alimentarios o de la conducta alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos complejos, que incluyen diferentes manifestaciones clínicas según las cuales podemos hablar de:
- Anorexia Nerviosa.
- Bulimia Nerviosa.
- Trastorno por atracones o ingesta compulsiva.
- Síndrome de la ingesta nocturna.
- Fobias alimentarias
- Síndrome del comer selectivo.
- Trastornos de la imagen corporal: vigorexia.
- Trastornos de conducta alimentaria no especificados.
- Obesidad
Los trastornos alimentarios comprometen aspectos fundamentales del desarrollo físico, psicológico y social de la persona que lo padece: baja autoestima, problemas emocionales, pérdida de autonomía y de las relaciones sociales, malnutrición y sus consecuencias físicas y psicológicas. Generando gran sufrimiento en quién los padece y en sus familiares. Y aunque cada vez tenemos más conocimiento y herramientas para su correcto tratamiento, son de difícil abordaje si no se inicia la intervención adecuada en las etapas tempranas de su evolución.
En el desarrollo y mantenimiento de los trastornos alimentarios intervienen múltiples factores individuales (ej. perfeccionismo, baja autoestima, sobrepeso infantil, dificultades para adaptarse a los cambios, etc.), familiares (p.ej. genética, estrés familiar, excesiva valoración de la delgadez, dietas, etc.) y socioculturales (p.ej. presión social hacia modelos de belleza inalcanzables, ideas erróneas sobre control de peso, etc.). Por ello, es importante que la evaluación y la intervención en esta área se realice de forma multidisciplinar por profesionales especializados/as.
Un adecuado abordaje te ayudará a:
- Mejorar tu relación con la comida.
- Conseguir aceptarte, respetar y valorarte tal como eres.
- Identificar que sientes y como regular y gestionar tus emociones y sentimientos.
- Conseguir el bienestar físico a través del cuidado de tu cuerpo y de ti mismo/a.