Desde que se decretó el estado de alarma, todos somos más conscientes de la presencia de un enemigo invisible, que se mueve sin control y sin reglas previamente conocidas, es letal en algunos casos y prácticamente inocuo en otros. Nos dicen que puede que una parte de la población la puede haber pasado apenas sin enterarse, lo que puede generar cierto alivio, pero cada uno se pregunta, ¿la habré pasado? Y si no es así, ¿cómo me puede afectar?