A día de hoy sigo encontrándome mujeres que plantean no conocer su cuerpo, sus genitales, su sexualidad, e incluso están convencidas de que el placer viene del magnifico bien hacer de su pareja.
Algunas mujeres tienen miedo a no gustar, a no estar a la altura, a dar que hablar, sufren porque no disfrutan o no lo hacen como creen que deberían y dejan hacer sin rechistar.